jueves, 25 de octubre de 2007

La libertad de expresión en el gobierno Artiguista

FUENTE: DIARIO NORTE (25/10/07)

El pasado lunes 23 de octubre se conmemoró el Día del Periodista, y si bien recibimos decenas de saludos, que agradecemos como corresponde, fueron numerosas las preguntas sobre el origen de la fecha, haciendo que, equivocadamente se atribuyera la misma a los méritos de la profesión en el Uruguay.
Sin embargo, es justo reconocer, que ese día marca en realidad un reencuentro vigorizante con las raíces del pensamiento político y social de José Artigas, que no solamente lo proclamó, sino que fue suficientemente capaz de ponerlo en práctica, construyendo así los cimientos de la Patria Vieja.
El 23 de octubre de cada año se celebra el Día del Periodista, considerándose feriado no laborable para quienes desempeñan esta actividad, respondiendo a lo preceptuado el 26 de octubre de 1990 por la Ley Nº 16.154.
La referida ley honra una de las inéditas y precoces determinaciones del Protector de los Pueblos Libres. En 1815, en medio de la Revolución Oriental, inmersos en la miseria, el caos, la desorganización y la paralización de todo el sistema productivo, y en plena guerra de liberación del yugo español, del porteño y el brasileño después, el gobierno Artiguista, desde Purificación, sobre la confluencia del río Dayman en el río Uruguay, proyecta y ejecuta la creación de los más importantes ejes de transformación del espíritu y la mente de los orientales: recuperar la imprenta que había sido sustraída por los porteños en su retirada de Montevideo; fundar la Escuela Pública gratuita, fundar la Biblioteca Pública Nacional, y crear el "Periódico Oriental".
Luego del mes de julio de 1815, al retornar la imprenta a la capital, el 3 de agosto, Artigas envía una carta al Cabildo ordenando sobre la misma: "Póngala en ejercicio (a trabajar) ya por un tanto al cargo de algún periodista, ya por cuenta de ese Ilustre Cabildo". Ni el Cabildo se hizo cargo, ni se encontró a ningún periodista que asumiera la responsabilidad. El 31 de agosto del mismo año, Artigas reitera, en este caso a Barreiro, la necesidad de sacar un periódico y adjuntando un ejemplar de la "Gaceta de Buenos Aires" sostiene: "Es preciso que ella (Gaceta) sea desmentida para que los pueblos y el mundo entero no sean engañados. Usted, como impuesto en los pormenores debe tomar a su cargo este reproche y ojalá sea el primero con que se estrene la imprenta de esa ciudad."
Se encargó al Dr. Mateo Vidal la redacción y publicación de un "Prospecto", o número Cero, para asegurar así un mínimo de lectores. En el mismo se expresa los objetivos del periódico: "Hablar al pueblo con aquella dignidad y modestia que reclaman la sana política y la buena educación, instruyéndolo en lo sacrosanto de sus derechos, obligaciones y deberes", ilustrar al público "promiscuamente en todo aquello que se estime conducente a su utilidad y adelantamiento: industria, agricultura y comercio, artes, ciencias y las ocurrencias del día, tanto en lo que respecta a nuestro suelo, como a las diversas regiones , provincias y reinos extranjeros", suministrando " noticias de todos los sucesos que forman la historia de los tiempos, ponen en contacto las más remotas edades, reproducen las épocas y dan al hombre parte o interés en la sociedad".
Precisamente, el 23 de octubre de 1815, Artigas envía una carta al Cabildo comunicándole su satisfacción por la aparición del periódico. En dicha nota escribe: "el primer triunfo de la prensa del Estado y convite para fomentar la ilustración de nuestros paisanos", agregando en otro párrafo: "Entre tanto V.S. debe velar para que no se abuse de la imprenta. La libertad de ella, al paso que proporciona a los buenos ciudadanos la utilidad de expresar sus ideas y ser benéficos a sus semejantes, imprime en los malvados el prurito de escribir con brillos aparentes y contradicciones perniciosas a la sociedad".
En aquellos mismos días, Dámaso Larrañaga fue elegido por el Cabildo como Regidor (Censor) de la prensa. El cargo fue enfáticamente rechazado por Larrañaga, sosteniendo: "ni es compatible con mis muchas y graves obligaciones, ni con los sentimientos liberales sobre la libertad de imprenta y el don de la palabra, que como uno de sus primordiales derechos reclaman los pueblos", agregando: "los pueblos de las Provincias Unidas se hallan en el nuevo pie de no tener revisores, sino que cada ciudadana tiene libertad de imprimir sus sentimientos bajo la responsabilidad correspondiente al abuso que se hiciese de este derecho". Concluyendo que se debe suspender ese cargo de Revisor "por no ser conforme a la práctica y derechos de estos pueblos".
A pesar de que el "Periódico Oriental" no logró imprimirse, la fecha exacta, del 23 de octubre de 1815, en que Artigas recibe el prospecto del mismo, se ha convertido en la fecha del primer intento de una Periódico de nuestro país y de la materialización del principio de la libertad de expresión, uno de los pilares del proyecto artiguista de nación. Por tal motivo fue elegido para celebrar el Día del Periodista, día en definitiva, reiteramos, de reencuentro con nuestras raíces históricas y de alimentar la construcción de las libertades que aún nos faltan.