FUENTE: DIARIO NORTTE (23/06/08)
El 19 de junio de 1764 nació José Artigas, hijo de Martín José Artigas y Francisca Antonia Pasqual, en el hogar de sus abuelos maternos, Felipe Pasqual Aznar y María Rodríguez Camejo, situado en la Ciudad Vieja, Montevideo, en la esquina de las actuales calles Cerrito y Colón.
Luego de una larga vida de lucha libertaria y republicana en busca de la justicia, la dignidad y el bienestar de los más humildes, muere el 23 de setiembre de 1850, con 86 años de edad, en Asunción, Paraguay, desterrado, pobre y vilipendiado por la intelectualidad y la oligarquía uruguaya y argentina, y los sectores imperiales de Brasil, España y Portugal.
Este 244º aniversario del nacimiento del prócer José Artigas, coincide con el 2º año de la proclamación del 19 de junio, por parte del Poder Ejecutivo, como día de reflexión en torno al Nunca Más Terrorismo de Estado y al enfrentamiento violento entre uruguayos.
Mientras la celebración del natalicio de Artigas convoca y reúne a la totalidad de los uruguayos, la convocatoria por segundo año consecutivo a la reflexión sobre el terrorismo y la violencia ha divido las opiniones, opacando la solemnidad y brillo con que el pueblo oriental debe homenajear la memoria del considerado, con justa razón, el Padre de la Patria.
El tema no es una mera suspicacia, más aún tratándose de José Artigas, quien a pesar de ser el prócer nacional y Protector de los Pueblos Libres, estuvo condenado, durante más de cien años, al escarnio público oficial, acusado de "contrabandista, torturador, asesino, traidor, jefe de maleantes" y una larga lista más de difamaciones, expuestas por Pedro Feliciano Cavia, oficial mayor del Ministro de Gobierno Pueyrredón, escrito y difundido en 1818.
A tal punto se extendió el poder de las oligarquías rioplatenses, que después de 5 años de muerto, el gobierno de Gabriel Pereira decide repatriar los restos de Artigas, los que fueron recibidos en el puerto de Montevideo en setiembre de 1856, sin ninguna solemnidad.
Depositados durante algunos meses en dependencia del puerto, son trasladados en noviembre al Cementerio Central. Seis años después, durante el gobierno de Berro, son inhumados en la "Rotonda" en 1862, precisamente, el mismo año que se fundó nuestra Villa Ceballos.
Recién en la década del 60 del siglo XIX la intelectualidad uruguaya comienza la larga marcha de reivindicación histórica de Artigas. Recién hacia 1930, centenario de la Independencia, con la Leyenda Patria de Zorrilla de San Martín y el Alegato Histórico del Dr. Eduardo Acevedo se considera cerrada la etapa de polémica y se consolida Artigas como fundador de la nacionalidad de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres. El mayor monumento a José Artigas, construido en la plaza Independencia, se inauguró recién en 1923, setenta y tres años después de su muerte en Paraguay. La consolidación ideológica y cultural de Artigas y la revolución independentistas se inicia cuando el Poder Legislativo, en el mes de noviembre de 1947, por iniciativa de Gustavo Gallinal se aprueba la Ley que crea el Archivo Artigas.
"Primero lo calumniaron y le pusieron precio a su cabeza, tras derrotarlo militarmente lo crucificaron con un exilio de treinta años, cuando murió pretendieron condenarlo al olvido o al bronce y al mármol", expresa la nota "Opinión de la Presidencia" que se publicó hoy en la webb presidencial", ratificando que "más allá de la leyenda negra o la historia oficial, generación tras generación el 19 de junio es para los uruguayos la fecha del nacimiento de José Artigas. Así de firme y sencillo, como era él".
Sobre la convocatoria a la reflexión la Presidencia de la República, manifiesta: "Puede admitirse -de hecho existe- diversidad de opiniones sobre las causas de los desencuentros y enfrentamientos ocurridos en el pasado reciente. Lo que no puede admitirse - y respecto a ello hay opinión unánime en la democracia uruguaya- es que se repitan en el futuro. Superar ese pasado no es repentino, ni fácil, ni se logra mediante un acto administrativo. Necesita tiempo; requiere conservar la memoria, conocer la verdad, practicar la justicia y reparar en algunos aspectos lo sucedido (otros, lamentablemente, no son reparables)".
"Y tal como lo hiciera el año pasado, en ocasión de un nuevo aniversario del nacimiento del precursor de nuestra nación, el Gobierno de la República exhorta a la ciudadanía a un momento de reflexión para que nunca más haya desconfianza, descalificaciones, enfrentamientos y violencia entre los uruguayos; para que nunca más haya motivos o excusas para tales enfrentamientos; para que no se repita el terrorismo de Estado; para que se acaben las discriminaciones que aún existen en nuestra sociedad y se consolide la igualdad de oportunidades que tanto necesitamos para el desarrollo económico y social del país", exhorta la Presidencia, concluyendo que "lo importante es lo que nos enseñaron Artigas y el pueblo que lo siguió: avanzar unidos, con memoria y libertad".
Celebremos entonces este 244º aniversario del nacimiento de Artigas, recordando y reflexionando sobre el legado humanista y republicano diseñado por el Jefe de los Orientales en la Patria Vieja y en el proyecto, de construcción inconclusa, por el cual nos debemos la Nación Libre, Igualitaria, Digna, Pacífica y Próspera con la que soñó José Artigas.